Hoy ha sido sin duda la etapa más dura. La recordable dura pero no tanto, de hecho a bastantes corredores les han parado y neutralizado y los han llevado en coche al campamento. 

Hoy me cuesta encontrar las palabras para explicar cómo me he encontrado.

Hoy me cuesta encontrar las palabras para explicar cómo me he encontrado.

Dicen que el ser humano pierde mucho tiempo preocupándose por cosas que luego no pasan, y sí, es cierto. Como la otra vez perdí la maleta en esta carrera llevaba días preocupada por si me volvía a pasar y voilá, aquí estoy ya, en San Pedro de Atacama con mi maleta :) Qué felicidad!! 

10 años después, San Pedro sigue siendo igual de especial :) Ayer paseaba por sus calles sin asfaltar, sus tiendecitas, su gente llena de amabilidad, y era un gran placer. La sensación de sentirte felizmente acogida.

Hoy relax, compras, hacer mochila... Esa mochila con la que hemos de convivir 7 días y que nos acompañará los 250km con todo lo que necesitamos para sobrevivir. En estas experiencias te das cuenta que poco se necesita para vivir y ser feliz :)

Ya estoy en el aeropuerto con la maleta facturada, pasaporte en mano y mi mochila al lado llena de ilusión y liofilizados. Difícil explicar la sensación. Hace 10 años ya que viví mi primera experiencia como ésta y estoy igual de emocionada que la primera vez 😊

Esta mañana en casa con lo nerviosa que estaba pensaba cómo debe sentirse un atleta antes de unos Juegos Olímpicos después de 4 años preparándose. Para cada uno es nuestro momento, todos renunciamos a mucho para conseguir un sueño, olímpico o no. Volver a casa con mi medalla de Finisher para mi es como conseguir el oro 😃

Ya queda nada para ese momento que tanto me encanta de llegar al aeropuerto con mi pasaporte, mi mochila y una enorme emoción.
Después de mi primera experiencia hace 10 años en esta carrera, mi primera carrera por etapas y mi primera vez allí, hay cosas que aprendí y que me ayudaran a disfrutar todavía más de esta nueva aventura

• El cielo estrellado de Atacama es el más increíble que he visto en mi vida. En la etapa larga merece la pena parar un rato el frontal, mirar hacia el cielo y disfrutar del gran espectáculo. Caminar bajo las estrellas es increíble.
• Aunque por el día el calor sea intenso, las noches en Atacama son frías, merece la pena tenerlo en cuenta cuando escoges la ropa y el saco!
• Lo enriquecedor que es la convivencia con personas de diferentes culturas y países. Durante una semana ellos serán las personas con las que compartirás los mejores y los peores momentos.
• Lo bonito que es el momento que vas a la Cybertent y lees los mensajes de apoyo de familia y amigos
• Si tienes una molestia en el pie, mejor mirarlo en el primer check point que llegues y no esperar a llegar al campamento para evitar que pueda ser algo más importante
• El agua es el bien más preciado durante la prueba. Dosificalá y aprovechalá bien entre check-point y check-point. Y coge toda la que la organización ofrezca aunque suponga más peso
• Aunque estés sufriendo como es mi caso por el peso de la mochila, merece la pena mirar a tu alrededor y darte cuenta que eres una afortunado por estar allí
• Por suerte tenemos muchas horas para descansar, así que llevar una colchoneta inflable es genial para dormir bien
• Si se llevan cosas por fuera de la mochila, hay que llevarlas bien cogidas porqué sinó acaban molestando
• El mejor momento de cada etapa es cuando escuchas los tambores y ves de lejos el campamento y te aparece una gran sonrisa porqué ya has conseguido otra etapa!
• El desierto de Atacama no es solo arena! Hay de todo, agua, salares, piedras... Hasta terreno que parece una "ensaimada
• ..y lo más importante, DISFRUTA CADA SEGUNDO, CADA MOMENTO, ETAPA A ETAPA porqué es una experiencia que recordarás siempre y volverás a casa con la mochila llena de momentos increíbles.

Cenando con mis compañeros de tienda

Casi a menos de una semana de empezar el viaje rumbo a Atacama es una mezcla de sentimientos: emoción, nervios, estrés porqué no falte nada!

Tengo un excel que lo voy repasando y coloreando según voy avanzando en las tareas y metiendo el material en la maleta. Tener todo metido en breve es ahora mi principal objetivo!

Hay tareas que siempre intento tenerlas acabadas semanas antes para no tener que correr a última hora como coser los parches en la ropa. Y en el caso que haga falta como es esta carrera, el velcro de las polainas cosido en las zapatillas. 

Tanto para coser los parches en la ropa como para coser el velcro de las polainas a las zapatillas los llevo a profesionales que lo hacen genial y es una lástima porqué son esas profesiones que poco a poco tienden a desaparecer y me encantarían que encontrasen relevo en las nueva generaciones porqué son muy necesarias :)

Y otra de las tareas que también hago con previsión es comprar la comida que me gusta y me va bien para no tener que improvisar y acabar comprando nada sin tenerlo suficiente probado.

Creo que para los corredores que por primera vez hacen una carrera por etapas lo que más preocupa es pasar una semana con lo que llevas en la mochila, y para los que ya repiten, su mayor preocupación es llevar el menos peso posible cumpliendo con la lista de material obligatorio.

Recuerdo los nervios cuando me revisaron el material en la carrera de Atacama, pero sobre todo, cuando me pesaron la mochila y ví que muchos corredores se giraron a mirarme al saber el peso de mi mochila. 17kg sin agua, llevaba la 2a mochila más pesada de todos los corredores. Por los comentarios y miradas ya supose que era una locura pero en ese momento no sabía de qué prescindir. Era como si en mi frente colgase un cartel de "novata".

Lo que más me pesaba era obviamente la comida. La diabetes no me permitía llevar una mochila más ligera. Con mi dietista calculamos aquello que era óptimo para ir con seguridad y no tener que abandonar la carrera porqué me quedase sin comida. Por lo que ví en los otros corredores, los que iban a ganar salían con una media de 6kg y el resto con una media de 9kg aproximadamente. Por llevar puedes que llevar todo lo que quieras siempre que lleves el material obligatorio pero el problema es el peso de la mochila. Los que van a ganar llevan los justo para pasar los controles y pasan más hambre y frío que el resto. Pero claro está, para correr sin destrozarte necesitas reducir al máximo el peso. 

La primera etapa al ponerme la mochila con agua mientras esperaba en la linea de salida ya noté que no iba a ser fácil avanzar pero a la que se dió el pistoletazo de salida y avancé los primeros quilómetros noté la magnitud del sufrimiento. Horas más tarde lloraba por el dolor de espalda y pensar que no iba a ser capaz de acabar con ese sufrimiento. Hasta que por un momento decidí que no podía ser, había llegado hasta allí para cumplir un sueño y tendría que buscar una solución. A mi alrededor todo era demasiado bonito para no esta disfrutándolo y tenía que intentar gozar al máximo dentro de la situación.

Foto de mi mochila en la 1a etapa de Atacama Crossing 2013 (Foto de RTP - Thiago Diz)

La organización te obliga a llevar 2.000kcal/día. Yo llevaba muchísimo más, así que al llegar al penúltimo check point donde iba destrozada decidí explicar mi situación y entregué una bolsa de comida de la de "por si un caso", era un riesgo pero con ese peso veía que no acabaría e igualmente seguía llevando muchísima comida. No sé si fue psicológico o beneficio físico pero me sentí un poco más ligera y conseguí acabar esa primera etapa agónica.

Los primeros días fuí sufriendo mucho. La combinación del peso de la mochila, el dolor de espalda, el calor sofocante, la dificultad de avanzar por las dunas y por diferentes tipos de terrenos nada fáciles fue un calvario pero el reducir peso a diario al ir comiendo hizo que cada día fuese encontrándome mejor y en la cuarta etapa ya fuí sintiéndome yo con mi fuerza habitual en estas pruebas.

En estos 10 años desde la primera vez en Atacama en 2013 he conseguido reducir algún quilo de peso pero ni mucho menos me acerco a los 9kgs de la media de corredores. Necesito llevar bastante comida de más, medicamentos y otros cuidados que me requiere la diabetes pero mi mente y mi cuerpo ya lo saben y saben, que aunque sea sufriendo mucho, puedo ir pasando esas primeras etapas para más tarde empezar a tener mejores sensaciones.

A ver cuánto me pesa este año ;)

En el momento que tengo el pasaporte encima de la mesa y la mochila preparada me invade siempre una gran emoción. De hecho, ya dependiendo de qué cosas saque del armario sé que se acerca una nueva aventura.

Una cosa tengo muy clara, la aventura empieza nada más llegar al aeropuerto. Recuerdo perfectamente que en mi carrera de hace 10 años en Atacama, la sensación de incerteza, emoción e ilusión por lo que me esperaba, me invadió todo el viaje.

Foto antes de aterrizar en el aeropuerto de Calama

Llegué al aeropuerto de Calama, el aeropuerto más cercano a San Pedro de Atacama, un aeropuerto muy pequeño.

Estaba junto con las personas que acabábamos de bajar del avión esperando nuestro equijpaje. A medida que fueron pasando los minutos los pasajeros fueron cogiendo su maleta y me fuí quedando sola. El momento que no quedaba ninguna maleta en la cinta y se paró sin nadie más a mi alrededor me invadió una gran angustia, no me lo podía creer. Mi maleta no estaba.

Muy nerviosa me dirigí a un mostrador donde ví más personas reclamando el equipaje que por lo visto llevaban días esperando. Por el aspecto, dos de ellos eran corredores. Una chica que estaba esperando se giró y al verme empezamos a hablar, me comentó que venía también para la carrera y que llevaba varios días esperando su equipaje sin noticias. El chico también se giró y estuvimos hablando. El rato iba esperando hasta que me atendieron, perdí mi transfer. En el aeropuerto no había wifi y el chico me dejó su teléfono para avisar a la organización para decirles que estaba en el aeropuerto esperando tener noticias de equipaje...

Unas dos horas más tarde me dijeron que mi equipaje estaba en Santiago de Chile, que se había quedado allí por error y ya llegaría... Me lo decía con una calma que chocaba con mi angustia. No me lo podía creer, sinó me llegaba la maleta mi sueño se habría acabado antes de empezar. A pesar de llevar todo lo que podía en la mochila de mano, llevaba cosas imprescindibles en la maleta. Por la diabetes pocas cosas las podría substituir comprándolas allí. Comida, medicamentos, etc.... Todo era importante.

Racing The Planet siempre aconseja llevarlo todo encima, y qué razón tiene. Todo lo que incluya la lista de material obligatorio y sea insubstituible para tí, llévalo encima. Allí en San Pedro de Atacama hay algunas tiendas con materiall genérico de montaña pero para una competición de este estilo, normalmente gran parte de lo que llevas ha de ser eso que has escogido y probado.

Llegué al hotel con una sensación agridulce. Me encontré con Dolo, una buena amiga que casualmente iba de voluntaria, y con otros correodores y miembros de la organización que me comentaron que podría aparecer. Entré en la habitación, me estiré en la cama y enseguida sonó el teléfono de la mesita de noche, eran del programa de radio de El Larguero de la Cadena Ser para hacerme una entrevista. Pobres, en ese momento más que hablarles de la carrera que me esperaba, les conté como si fuese un amigo más, mi sensación de preocupación de ese momento jeje...

Por suerte, en mi caso mi maleta apareció al final del día y me la trajeron al hotel, qué graaaaaaaaaaan ilusión!!

Así que la aventura empieza nada más llegar al aeropuerto, y llegar al destino final con mi maleta es siempre el primer reto de la aventura. En la carrera de Racing The Planet Jordania también perdí el equipajé pero tuve tambiién la gran suerte de que apareció :)

Escribo esta entrada del bloc desde el aeropuerto sabiendo que la próxima vez que esté aquí será ya destino San Pedro de Atacama :) 

El mes de marzo de 2013 fue un antes y un después de mi vida deportiva, descubrí una tipo de competición que era más que eso, era una aventura increíble.  

Mi mochila, y 7 días y 6 etapas por delante para completar 250km en autosuficiencia descubriendo un nuevo lugar y conviviendo con personas de diferentes culturas y países.  

Es difícil describir con palabras lo que se siente pero volví a casa con la  mochila de la vida a rebosar de experiencias increíbles y a la vez incluso un poco vacía, algo de mí se quedaba en el desierto de Atacama con un grupo increíble de personas que por alguna razón u otra formarían parte de la historia de mi vida. 

En 2014 acabé mi mejor sueño deportivo, los 4 deserts después de competir en el desierto de Atacama (Chile), el desierto de Gobi (China), el desierto de Wadi Rum (Jordania), y Antártida. Dos años intensos, increíbles, que no cambiaría por nada. 

Desde entonces he hecho ya 13 carreras por etapas y ojalá el destino me regale muchas más.  

Siempre decía que si repetía alguna sería Atacama, y el destino se ha confabulado para que así sea. En septiembre vuelvo a esa carrera que tanto me marcó :)

Como dice el lema de Racing The Planet, MORE THAN A RACE.